De cada dólar jugado en un casino en Las Vegas, sólo se reparten seis centavos. La casa gana siempre. Siempre. Y aunque se puede ir a jugar con la idea de perder todo, esos seis centavos que eventualmente se regresan, dan la impresión de que la suerte puede ser capaz de regresarnos lo que anteriormente se habia perdido, esos seis míseros centavos que se le regresan al apostador lo hacen seguir apostando, con la idea vaga de que incluso podrá ganarle algo al casino. Pero en términos macro, esto nunca sucede. Sé que el argumento no es nuevo ni mucho menos, pero sí es un marco recatado e intereseante dentro del cual circunscribir el saldo del Sr. Leyva vis-a-vis Los Casinos de Las Vegas.Juego jugado: Ruleta
Números más jugados por el Sr. Leyva: 4, 10, 23, 00 (che iluso), muchas apuestas al color negro.
Mínimo para entrar a jugar: 10 USD
Dinero jugado: 50 USD
Dinero ganado: Mucho, pero al final nada.
Otros conceptos: 3 Tom Collins, servidos a mi parecer en vasos muy cortos.
4 comentarios:
Salieron caritos los Tom Collins. En alguna novela leí sobre alguien que le apostaba solamente a los números primos argumentando matemáticamente su condición ventajosa apoyada en la magia y la la paraciencia. Inténtale con 17 ó 19.
Estimado Dorigato, noto en tu comentario una ausencia total del conocimiento cardinal y probabilístico: en la ruleta NINGÚN NÚMERO SE REPITE. Incluído el que haces mención en tu comentario: el 00.
¿Qué ruleta tiene dos cuatros negros?
Resulta evidente que mi comentario ha quedado en una mera comprensión denotativa, la visión filologica del azar ha quedado desnaturada.
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