23/01/08

Efeméride

Entonces me tomo un te de hojas de eucalipto, que sabe muy amargo. Por la ventana entra un leve aire, yo exhalo. Estoy exhausto de mis blandas retinas de mis blandas retinas de mis blandas retinas. Debo hacer una lista, creo, cuatro cambios de casa en dos años, viajes constantes de un lado a otro, pura ciudad, puro trabajo. Consultas constantes, niveles de estrés medibles, palpables, rodeado de personas que etiquetan el largo plazo con cuatro cifras: 2012, los días que tienen 28 horas, yo tres libres, he hecho la cuenta. Resulta también que todos quieren ser presidentes de algo, del partido, del país, de la ciudad, de las buenas costumbres, del derecho, del estado del siglo XXI, del nuevo lenguaje, de la verdad (de risa), del progresismo de la izquierda: aborto, matrimonio gay, eutanasia, ley de los no fumadores y los transgénero. Y ser famosos. Y por las noches patinar en la pista de hielo más grande del mundo, eso en el invierno; y en el verano regar arena por todos lados. El Metro cuesta dos pesos, pero se apaga seguido, eso, me dicen, es tuyo. El pinche Metro de dos pesos es mío. Lo recorro, la línea verde y la azul, el Centro. Las gruppies danzan por la redacción. Escribamos lo publicable, lo demás, son malos hábitos.

¿Se podrá decir
todos los días
de aquí al infinito
lo que sucede
con palabras diferentes?
tenemos el alfabeto
pero el mero acto enunciativo
roba un poco de mi individuo

Hemos mutado, he mutado en un animal político. Hago la cuenta de nuevo, son dos años desde que llegué aquí, me gusta aquí, firmo, cierro la lista.

1 comentario:

Andrea Mentxaka dijo...

Me identifiqué con algunas líneas de tu texto. Cualquiera en una redacción se identificará con por lo menos una, creo.