17/10/05

Aterrizaje forzozo

(Foto: archivo)

No sabía, pero la inesperada despresurización de un avión al momento de aterrizar puede afectar los sensibles tímpanos de algunos pasajeros. Me pasó a mí por primera vez en un D.F (MEX)- Monterrey (MTY). Nunca, en el par de años que tengo de volar casi cada mes de Nueva York (JFK) – a Tel Aviv (TLV), me había pasado tal cosa.
Mareo, dificultad para caminar, disminución de la capacidad auditiva, oídos tapados. Todo esto me obligó a acudir a consulta con el otorrinolaringólogo.

Fuera de las prescripciones y recomendaciones que me dio el doctor, me quedo con algunos hallazgos:

Cerumen: Sustancia crasa segregada por ciertas glándulas, parecidas a las sudoríparas, que existen en el conducto auditivo externo. El ser humano puede llegar a acumular hasta los 50 gramos en ambos oídos, esto es suficiente para llenar una bolsita de Krankys (hojuelas de maíz cubiertas con chocolate).

Vértigo: Trastorno del sentido del equilibrio caracterizado por una sensación de movimiento rotatorio. En caso de que la lesión en el tímpano empeore, se puede llegar a padecer de laberintitis, que debido al vértigo que esta ocasiona te puede dejar en promedio dos meses incapacitado para hacer casi cualquier cosa: trabajar, leer, ver la tele, caminar, todo lo que implique abrir los ojos y levantarte del lecho. Cama loca forever.

Trompas de Eustaquio: Me llamó la atención que el primer diagnóstico del doctor después de asomarse a mi oído, fue un: sí, traes algo inflamadas las trompas. En el instante me causó sorpresa, algo de miedo. Todavía no sé quién fue Eustaquio.

1 comentario:

Andrea Mentxaka dijo...

Nombre José, no me contaste eso jaja pobre... luego con lo de la vista que una vez me contaste, vaya mareao.
En fin que encuentres el equilibrio.
andy