El suadero y el alza

Ya es viejo el anuncio del aumento al precio de la tortilla y el debate que surgió al respecto. También ya está sobre explorado el asunto del impacto que tendría el alza en los precios de las taquerías, que por lo que he leído será prácticamente nulo. De cualquier forma, hoy fue inevitable pensar en el tema porque fui a unos tacos que hace mucho no iba, a la Taquería El Güero, en Universidad y Eje algo, al lado del FCE. Cuatro pesos el de suadero, longaniza o tripa. Ocho pesos el refresco.
El precio se ha mantenido estable desde hace un año que los frecuento. Antes de pedir los reglamentarios seis (tres suadero, tres longaniza), pensé que algún tipo de ahorro habría hecho el Güero para sopesar el aumento del precio a su insumo principal, y así tratar de mantener el perdurable cuatro pesos per taco, que también -imagino- le sirve como pieza de marketing. No encontré nada: las salsas bien hechas y en su lugar, la roja y la verde, rábanos y pepino bien cortados, sin regateo, limones bien surtidos, sal, todo como si nada. Creí que el alza a la tortilla había sido un efecto absorbido totalmente por el taquero para tratar de no impactar el volumen de sus ventas, en detrimento de su utilidad unitaria. Hasta que, ya terminado mi sexto taco, antes de ordenar los últimos tres, le pedí una servilleta. No tenía, 'ya no ofrecemos', me dijo. A cambio me dio un cuadro de periódico de unos diez por diez. 'Usted disculpe', me dijo. Le dije 'no se preocupe'. Eran pedazos de El Universal.