Es bueno tener un diario, pero no es fácil. La idea de fondo es, en principio, muy profunda: dejar constancia del tiempo y darle a cada día su valor específico dentro de una semana, un año, lo que sea. El problema es lograr que lo que se escribe sea por una parte fiel a la fecha y vinculatorio a un estado de ánimo, suceso o emociones únicas, pero que al mismo tiempo sea vigente cada vez que se lea.
Tengo a la mano un par de entradas de
Susan Sontag que Letras Libres publica en su austera edición de este mes.
27 de julio de 1964Arte = un modo de ponerse en contacto con la propia locura.
La urgencia de librarme de él, una vez que ha sido llamado a comparecer. Un manuscrito pasado en limpio, en cuanto está terminado, empieza a apestar. Es un cadáver –hay que darle sepultura– embalsamado, ya impreso. Salgo a toda prisa a poner en el correo el manuscrito en cuanto está listo, aunque sean las 4 a.m.
20 de mayo, Playa Edisto [Carolina del Sur]La única transformación que me interesa es la transformación absoluta; aunque sea minúscula. Quiero que el encuentro con una persona o una obra de arte cambie todo.