Tuvieron que haber visto cómo ayer, en la final de gimnasia femenil por equipos, Estados Unidos perdió el oro frente a China, la inmensa China.
Cómo la bella Alicia Sacramonte --en la foto--, falló dos veces y enterró a su equipo; cómo las pequeñas chinas oraban y repasaban mentalmente sus rutinas, mediante una especie de mantra, antes de entrar a los aparatos. Cómo el espíritu deportivo que se vivía en el pabellón gimástico traspasaba la pantalla, y cómo las estadounidenses se quedaron frías, sin celebrar su plata, mientras las orientales lloraban por su oro.
Y cómo, después de la transmisión en vivo, los programas mexicanos dedicaron 2 horas a celebrar el bronce de las clavadistas nacionales, y otras dos a insultar al auditorio con malas bromas.
‘Together in creativity for peace!’ Sain, the indie label pushing Welsh
music forward for 56 years
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It’s gone from a cowshed to a cultural institution. As its 3,000-album
archive gets digitised, different generations explain how Sain deepened
Welsh iden...
Hace 14 horas.
1 comentario:
Lo de 2 horas de malas bromas, totalmente de acuerdo. En lo particular la cobertura televisiva está de la (&(%$ ... no traen nada, da lástima.
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