Everything except compromise

El reciente Premio Príncipe de Asturias promueve por internet lo que será (pinche marketing) su colección definitiva, que saldrá a la venta el 1 de octubre.
En el sitio dylan07, los interesados en el arte de Bobby pueden mandar historias, fotos y, lo que es de novedad, votar por su canción favorita para que ésta forme parte de La Colección. Los productores del disco buscan compartir las experiencias de lo que fue (y es) escuchar y vivir a Bob Dylan. Las mejores historias y fotos, promete la publicidad del sitio, saldrán como parte del booklet de la recopilación, que tendrá 3 discos.
Y bueno, las colecciones siempre son un problema, sobre todo para los devotos del artista. Por una parte, no se pueden dejar de comprar, por otra, no es justo -por tratar de describir el sentimiento- que un producto haga links con tanta facilidad a experiencias históricas en una línea de tiempo de por lo menos 40 años. Y aunque la experiencia que incluya el material, en definitiva, no podrá ser real, los links sí funcionarán, ahí esarán. Las canciones van a sonar. Bobby va cantar. Al pensar esto, no puedo sacarme de la mente un artículo que Milenio publicó el fin de semana, firmado por el maestro Alessandro Baricco, en donde habla de la experiencia. Aquí Baricco:

"¿Se acuerdan del balón que da vueltas rápidamente entre los pies, no tan refinados de los profetas del futbol total, bajo los ojos de Baggio que está en la banca? ¿Y de los vinos “simplificados” que conservan algo de la profundidad de los grandes vinos pero que se dan con una velocidad de experiencia que permite ponerlos en secuencia con algo más? ¿Pero se acuerdan también de los libros, que se muestran muy contentos de renunciar al privilegio de la expresión para ir a buscar sobre la superficie las corrientes de la comunicación, del lenguaje común a todos, de la gramática universal fundada en el cine y en la televisión? ¿Ven allí la reiteración de un único y preciso instinto? ¿Ven al animal que corre, siempre de la misma manera?."

En la foto Baricco.
En la página de Dylan la línea de Everithing except compromise.