15/07/08

Arrivals

Mientras se dejan de sentir apenas los 35 grados de la noche de Monterrey, y despega el avión, y uno se abrocha el cinturón de seguridad y se resella el pacto de que nunca más se volverá a esos días de la adolescencia entrada, uno extraña el DF: ahí es cuando uno no sabe más a dónde pertenece.

5 comentarios:

Adriana Degetau dijo...

tal vez ni a uno ni a otro.
o ambos.

Adriana Degetau dijo...

y el tiempo.

Anónimo dijo...

No me digas que viniste a MTY?

Andrea Mentxaka dijo...

y te juro que no fui yo la que dejó ese mensaje!

Anónimo dijo...

Nel, fui yo. Christian.