Complicaciones otoñales

Esta cabrón todo: el País, el trabajo, el fin del Apertura 2006, las ocurrencias norcoreanas, los pingüinos chilenos, lo de los oaxaqueños, qué libro escoger, la eterna revolución cubana,qué disco comprar, estudiar biología y química después de 6 años de no hacerlo, el descenso; todo.
Aunque la turbulencia federal ha disminuído considerablemente, este último trimestre del año se perfilarán asuntos de mucha importancia para los mexicanos que, dicho en un lenguaje digamos aristotélico, también pintan cabrones.
Me preocupa sobretodo el futuro del PRD. En caso de que los amarillos sigan con su idea de proclamar a AMLO como presidente legítimo el próximo 20 de noviembre y después saboteén, como han avisado, la toma de protesta de Calderón como en diciembre, el futuro del partido más importante de izquierda en México es muy desalentador. Seguramente, para el 2003 perderían su fuerza en el Congreso y, quedarían marcados durante un buen rato con el estigma del ridículo en el consciente colectivo mexica. Las elecciones de Tabasco son ejemplo de eso: a los mexicanos, por más ignorantes que somos, por más hambreados que estamos, no nos gusta el desacato sistemático de la ley ni la afrenta irreverente a las instituciones (Encuesta de Cultura Política 2005). Este dato lo llegarán a confirmar los resultados de la encuesta que hizo Latinobarómetro y que, según Daniel Zovatto- su Dir. Regional y un buen amigo-, estarán por salir pronto.
Es momento, como lo dijo Ricardo Raphael en un encuentro televisado, de que el PRD ponga énfasis en su D y no en su R. Pero como he dicho desde un inicio, está cabrón.