24/10/06

Fall

No pensé que el efecto fuera tan rápido. Y si no fuera por la influencia directa que tiene en los colores del día, el tiempo se me hubiera seguido pasando y, sin saberlo, estaría obligado a comprar improvisadamente regalos para todos. Al principio me preocupé por la salud de mis malvas: ya no tenían flores, se empezaron a poner de cualquier tono, menos del color planta. Les doblé la dosis de agua a la semana, les recorté algunos tallos malos, les sacudí las hojas muertas. Algo tenían, se estaban muriendo. Hasta que me dijeron que ya es otoño y que el año se acaba. A mudar cosas.

5 comentarios:

Rodrigo dijo...

Mudar, ¿aunque sólo haya durado un fin de semana?

Marco Bodegas y Christian Ehrlich dijo...

La temporada que viene promete grandes cambios mi estimado.

Espero verte por acá. Un abrazo.

Marco Bodegas y Christian Ehrlich dijo...

Por cierto, el cierre de consejos el viernes 8 de diciemebre, un día antes de la boda....

Patrulla dijo...

Ay, Leyva, tu comentario me pusó melancólica. La culpa la tienen las malvas y el otoño.

pajaro dijo...

Cromáticamente agudo. Aquí, ya es invierno.