
Desde hace un par de semanas a la fecha he estado directamente involucrado en la cobertura mediática que se le ha dado a la posible aprobación de la Ley de Sociedades de Convivencia.
Este ordenamiento implicará ciertos derechos para las uniones entre familias no convencionales; aunque el objeto principal de la legislación es conceder, en un primer
approach, algunos derechos a las uniones entre gays.
Muchos han dicho que la nueva ley también favorecería a las personas que actualmente, sin ser gays, viven juntas, léase uniones libres o sociedades de persona que del mismo sexo, sin ser gays, comparten casa, como los foráneos. Personalmente no lo creo. El objeto de la ley está muy claro.
Desde las entrañas de la Ciudad, la lectura de esta norma se puede hacer desde mil ángulos diferentes: PRD vs PAN, Liberales vs Conservadores, Derechos Humanos vs Discriminación, etc.
Personalmente no me he dado el tiempo para crearme una opinión definitiva al respecto, aunque sí creo que es un logro para el respeto de las minorías... lástima que ciertos grupos de la comunidad homosexual -mediáticamente los más apetecibles-, no lo tomen así, sino como una ventana para restregarle a la sociedad algunos cúmulos de odio. He visto gente contenta por la ley, pero mediáticamente lo que más ha saltado han sido los festejos de
locas y vestidas que la perciben como un avance definitivo para ejercer sin ataduras su libertad sexual. Vaya malentendido, porque también he sabido de gente homosexual que prudentemente ha festejado la legislación pero que, por culpa de las
locas, la sociedad -infinitamente conservadora todavía- les endosa la factura y les tacha de "animales"o desviados mentales.
En fin, el tema es inmenso y muy complejo. Falta que el Vaticano se pronuncie. Falta que se le hagan observaciones por parte del pinche gordo de Encinas, falta que soporte las defensas que hará la ultra derecha. Falta promover el debate a nivel nacional. Falta el recursos de inconstitucionalidad. Falta mucho.
Mientras tanto, las dos frases que más me cagaron de la risa, escuchadas afuera de la Asamblea Legislativa local, el día en que se debatió en el pleno la aprobación de la ley -que aún no entra en vigor-. Y aunque son graciosas, formaron parte de la defensa y contra defensa de plaza que hicieron los dos bandos directamente interesados en la iniciativa. Al mismo tiempo, caricaturizan de manera genial los dos radicalismos.
IGLESIA -EN CONTRA-:
"Familias normales....No como animales"
GAYS -A FAVOR-:
"Sor Juana, hermana, también era lesbiana"
Imagine el tono de porra cuando se lea cada frase. Tienen cierta rima.