Desde adentro

Concentrado en la redacción desde hace horas, con información de primera mano de todo tipo: reporteo, off the record, exit polls, gentes de otros medios, coordinadores de campaña, candidatos al teléfono, tengo la sensación de que, hasta ahorita, las 8 PM, esta elección está siendo cubierta por los medios digitales de una forma anecdótica. Supongo que a todos nos emocionó la forma en que Obama utilizó internet en su campaña, y que eso causó que hubiera una euforia por crear productos 2.0 y redes sociales para cubrir estas intermedias. Eso es positivo. Pero estas elecciones le están quedando chicas a todo lo que que ciudadanos y medios crearon y diseñaron para seguirlas en la web. Lo que se lee en la red se siente magnificado a lo que está pasando en las casillas y en las casas de campaña. El flujo de información que hay no corresponde a la calidad de la misma. Basura, basura, anécdotas, basura, giños, conversaciones que no valen ni la inmediatez. Mucho ruido, poco valor. Hasta ahorita, los recursos tradicionales para comunicarse y obtener información son los que marcan la agenda hoy y la marcarán las próximas semanas: encuestas, reporteo de a pie, llamadas telefónicas. Periodismo clásico. Nos iremos a dormir con un REVIVE EL PRI imprimiéndose en los diarios del país y esa cabeza es la que nos gobernará. La anéctoda de los tweets y los sitios de internet especializados --incluidos los de los grandes diarios-- en la cobertura quedará aplastada por las planas de tinta y papel. Mañana serán un bostezo. Desafortunadamente los entusiastas de la red tendremos que esperar otros tres años a que algún lider público apueste a comunicar y gobernar mediante internet.