28/09/09

Cárcel, muerte

La semana pasada, ABC transmitió un programa sobre la ejecución de Cameron Todd Willingham.

Me acordé que en mi depto están todos los números de The New Yorker de hace un año para aca, y que había uno que tenía el reportaje en donde se basa el programa de ABC. La pieza es de 17 páginas y se lee como agua. La estructura, el ritmo, el lenguaje pero sobre todo el reporteo de David Grann son impecables. La historia cuestiona el proceso legal por el que fue condenado Willingham, argumente en contra de la pertinencia y la "justicia" de la pena de muerte, y critica muy justamente a la sociedad sureña y su empeño en encontrar culpables, desear revancha, adular linchamientos.

El caso es interesante porque Willingham fue acusado de provocar intencionalmente un incendio donde murieron sus tres hijos, tuvo la opción de declararse culpable y obtener cadena perpétua, pero se declaró inocente.

Sus últimas palabras, antes de la inyección letal fueron:
“The only statement I want to make is that I am an innocent man convicted of a crime I did not commit. I have been persecuted for twelve years for something I did not do. From God’s dust I came and to dust I will return, so the Earth shall become my throne.”

Me acordé también de esto.

Pero sobre todo de un audio documental que hizo David Isay, que es probablemente el único genio que he conocido y con el que he platicado y convivido.
David grabó los testimonios de las personas que están involucradas en administrar la inyección en la cárcel de Huntsville, Tx. Tienen que oir esta pieza Witness to an Execution. Es difícil describirla. Puro audio.

Extractos:

He'll walk up to the cell where we are and he'll say 'It's time.' And so they will unlock the cell and he's not handcuffed or chained. He's just sitting there. And he and I will walk into the chamber.

Some of them are very calm. Some of them are upset. Some of them are crying.

Some of them have been sweating. Some of them will have the smell of anxiety, if you will. Of fear.

Usually within about twenty seconds he's completely strapped down. Twenty to thirty seconds. I mean, it's down to a fine art.

A lot of inmates apologize. A lot of inmates will say that you're executing an innocent man. And then there have been some men who have been executed that I knew, and I've had them tell me goodbye.

I've walked out of death chamber numb and my legs feeling like rubber sometimes, my head maybe not really feeling like it's attached to my shoulders. I've been told that it's perfectly normal, everyone feels it, and that after a while that numb feeling goes away. And indeed it does.

1 comentario:

Olga Fabila dijo...

Gracias.

Cualquier palabra que use para describir lo que me gustan tus recomendaciones literarias me queda corta. Disfruto inmensamente los artículos que recientemente me has puesto a leer.

Uno nuevo porfavor.
No se cómo ponernos de acuerdo para Royksop, que por cierto, también en esa fecha tocan los pixies, iré con unos amigos que por esa fecha también van a estar en NY, a ese también deberías acompañarnos.
¿sugerencias de cómo podemos organizarnos?
Bes
O.