En los pasillos de esta escuela hay debates por todo.
Apenas hoy se supo que Jenna Bush Hager, la hija de George W. Bush, trabajará como reportera en el programa Today, de NBC. Unos están indignados. Otros no.
Las opiniones sobre el asunto se prolongan desde la caminata desde el campus al local donde venden las mejores rebanadas de pizza en este lado de la ciudad, a eso de las 8 de la noche, hasta la ida por el último six pack de Yuengling, por ahí de la 1 de la madrugada.
Hay tres preguntas americanas:
-¿Hacia dónde va el periodismo?... Algo que no me importa responderme en lo más mínimo, por lo menos no ahorita.
-¿La meritocracia americana es un mito?... En México la meritocracia cuesta el doble. Tienes que pagar mordida para entrarle a ese juego.
-¿El Senador Ted Kennedy es un buen ejemplo de la meritocracia?... ¿No es más bien un mal ejemplo?
Alguien cita lo siguiente sobre los Kennedy: ‘Never have so many done so little who were given so much’.
Luego, con tres cervezas encima, la pregunta retórica de qué sería de una sociedad liberal sin la meritocracia.
Obama es un ejemplo. Citan a Andrew Sullivan de The Atlantic. La prueba viva de la meritocracia.
Después la conversación va inevitablemente hacia la reforma del sistema de salud pública estadounidense y ese debate gigante que ocupa todo aquí.
Where Oasis, the Killers and Noddy Holder raised hell: Britpop’s debauched
HQ, the Columbia hotel
-
Noel Gallagher named a song after it, Marc Almond practically moved in and
the Killers had a bathtub reserved for puking in – but was it rock’n’roll,
or ...
Hace 8 horas.