Rabo de gallo
Y pensar que por estos poros sale todo
(entra todo)
Desde un cabello diminuto, hasta la sangre sagrada que invoca esta resurrección.
El abismo matutino se convierte en una persiana falsa, por donde caben, igual que por mi perforada piel, una infinidad de espíritus antiguos, con velo en la cara y marcas de res por todas partes.
El devastado cuerpo se sostiene del alma con una multitud de coágulos violetas.
Inocente en la fe, iniciado en la estimación de las centellas, no distingo nada:
el sudor se confunde con agua, la sangre con cera, la luz con plata, los poros con puertas.
Aturdido entre tanto espejismo, la monumental destreza del odio y la tibia desesperación rasgan toda la materia interna de este cuerpo, le revientan las tripas.
Queda un corazón carbonizado, una piedra lisa: un enorme poro que se suda a sí mismo,
un montón
de
plumas.
Y pensar que por estos poros sale todo
(entra todo)
Desde un cabello diminuto, hasta la sangre sagrada que invoca esta resurrección.
El abismo matutino se convierte en una persiana falsa, por donde caben, igual que por mi perforada piel, una infinidad de espíritus antiguos, con velo en la cara y marcas de res por todas partes.
El devastado cuerpo se sostiene del alma con una multitud de coágulos violetas.
Inocente en la fe, iniciado en la estimación de las centellas, no distingo nada:
el sudor se confunde con agua, la sangre con cera, la luz con plata, los poros con puertas.
Aturdido entre tanto espejismo, la monumental destreza del odio y la tibia desesperación rasgan toda la materia interna de este cuerpo, le revientan las tripas.
Queda un corazón carbonizado, una piedra lisa: un enorme poro que se suda a sí mismo,
un montón
de
plumas.
2 comentarios:
lo he leido hasta casi sanar esta herida que sangra.....
Muchos anónimos en este espacio.
Súmale otro.
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