Resulta hoy que la tinta tiembla.
El acertijo resuelto de quién escribió las letras y quién no leyó las cartas, no basta para prolongar la demencia de la normalidad.
Se necesita, todavía, a la circunstancia.
Que el mar se abra, o que silbe un ave;
el ti e m p o.
O la playa,
pro n to.
1 comentario:
Hey, do not erease..hehe
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