Si estuviéramos jugando a las bocanadas de humo, nos tendríamos que haber deshecho de esa luz de luna, para que todo fuera más fácil. Para que todo sea más fácil. Porque lo que queda ahora, después de haber decantado su cuerpo miles de veces, por la mañana, por la noche, bajo el grito de mis malvas secas, es pura sal tosca, de grano, que me atasca la boca, los oídos, parte de las narices y aunque no quema, me ata, me impide decirle, incluso al alba más dulce: pulcra. O rendirme, como siempre, ante cualquier viento fresco con olor a tierra, o a canela.
Franz Ferdinand: The Human Fear review – more revitalisation than
reinvention
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(Domino)
The Scottish art rockers’ sixth album benefits from an infusion of fresh
blood, but can’t maintain the standards of the first few songs
A sparkl...
Hace 5 horas.
4 comentarios:
La luz de luna es eterna. ¿La luz de luna es eterna?
... o a Mademoiselle.
Canela siempre. Siempre canela. Como dice el poeta: No hay de "ostras"
Esgrimiendo alta literatura mi Canela
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