Ya perdieron piso los perredistas, y no solo los adheridos al partido, sino todas sus huestes, incluídos artistas, intelectuales y por supuesto todos sus cuadros juveniles que llenan el Zócalo cada vez que los llama su cacique… y también cuando no los llama.
Ayer visité la plancha central de la Plaza de la Constitución, el Zócalo para muchos, y ahí se encontraban unas 2 mil personas. Hubo una lucha tipo AAA (triple a) con mucha carga semiótica, varios discursos improvisados en donde miserablemente algunos “cabecillas” ganosamente intentaban mantener el enfrentamiento entre los panistas, o lo que ellos llaman los “pirruris” contra el pueblo de México (que en realidad es del DF pal sur) y mucha gente marchando sin rumbo, gritando consignas políticas bastante léperas y arengando a los trajeados (inclúyome). A ojo de buen cubero eran o desempleados, o ambulantes, o estudiantes de medio pelo (no se me ofendan mis lectores).
La gente que temporalmente habita el Zócalo o que han respondido ágilmente a la resistencia civil pacífica son sencillamente grumos sociales tan fácilmente maleables que da lástima verlos perseguir una causa a como de lugar: Voto por Voto, Casilla por Casilla.
Ya les es imposible sostener esta consigna sin argumentos lógicos. Transparencia, legitimidad del futuro presidente, errores aritméticos, estabilidad social, elección de Estado. Todo se les ha ido derrumbando. Si tienen suficientes pruebas que respalden estos reclamos, el Tribunal Electoral las resolverá. Pero es obvio que no las tienen. Desafortunadamente han recurrido a su único recurso: la masa. La masa descontenta por falta de empleo, la masa miserable por falta de comida, la masa maleable por falta de educación, la masa diligente por falta de compromiso, la masa reaccionaria por falta de civilidad. No es desprecio por ellos, pero es lástima vislumbrar que se quedarán otros seis años sin el aumento de su 20 por ciento a sus 9 mil pesitos mensuales. No es desprecio, pero es lástima estimar que pronto la Coalición de la Izquierda se derrumbará y los líderes correrán a “pescarse” de otros partidos u otros cuadros. La falta de institucionalización del
El diario propiedad de mi buen amigo Jorge Kawaghi, que aunque se caracteriza por ser una trinchera bastante conservadora, es dirigido por el buen periodista Pablo Hiriart, publicó el viernes como principal una nota en donde se deshebra la chulada de recurso legal que interpuso la Coalición por el Bien de Algunos del Sur, ante el Tribunal Federal Electoral. La nota precisa que en el recurso hay copy-paste de Wikipedia y algunas referencias directas a Stalin. Otra nota que se le peló al Ocosingo Times, siempre tan alerta de los pasos de AMLO.