24/08/06

Staying alive

El asunto de los náufragos ha sido una de las mejores historias del año. Es increíble por desde donde se le quiera ver. Parte de la grandeza del relato es su inverosimilitud, sin embargo, esta característica deja abierta la rendija para muchas, muchas, muchas dudas sobre la exégesis verdadera del naufragio. Ya se comienzan a escuchar versiones de todo tipo sobre la odisea Elián-style. Lo de que en realidad eran narcos se me hace la más razonable, pero hay otras que me parecen ridículas, como la que enarbola el conocido pero nunca bien ponderado Julio Hernández López, quien equipara el caso de nuestros surrealistas náufragos al complot del Chupacabras. Así es, Julio, quien también amasó la teoría del fraude cibernético y quien explicó la jornada del 2 de julio en base a un análisis comparado –siempre recurriendo a argumentos hegelianos- con la desaparición de la Estatua de la Libertad por parte de David Copperfield (¿no me creen? lean La Jornada), ha dicho astilladamente que lo del naufragio no es más que un complot de los medios masivos de comunicación para mermar la atención mediática que debiera recibir, según él, el lopezobradorismo. Es cierto que los medios han prestigiado a los náufragos, enviando corresponsales, comprando con diligencia notas y fotos a agencias internacionales, y dando espacios envidiables a la historia. Pero es noticia y punto. Ojalá que el relato sea totalmente verídico y que no se convierta en lo que fue la historia del pianista prodigio que arrojó el mar en la Isla de Los Beatles (remember) que acabó siendo un fiasco. Y que alguien escriba un libro, pero que no sea ni Saramago, ni el Gabo...mucho menos la viuda del Sr. Alzheimer.

2 comentarios:

Roberto A. Juarez-Garza dijo...

Hace años vi un caso similar en aquel programa televisivo gringo épico de los ochentas -Domingo Increíble, pero los pescadores fueron peruanos y no duraron tanto tiempo en altamar. Sin embargo, el drama sobrevenía con supuestos ataques de tiburón y con la explosión mundial del cólera {lo cual también me hace recordar los comerciales de la Secretaría de Salubridad y Asistencia}.

Respecto a los mexicanos, yo mantengo una hipótesis: con tal de alcanzar las doradas costas de California u Oregon, pretendieron tomar la corriente tropical de dirección septentrional que va a terminar en el Estrecho de Behring {esa que toman las ballenas luego de ejercer su promiscuidad frente a pelones ojos de los gringos vacacionando en Cabou}. Lástima.

pajaro dijo...

Quisera decir que el tema rebasò por mucho las fronteras aztecas, el mismo David Letterman que en su Show explicaba que: This guys were in sea for 9 months...when they finally were rescued...first thing they said was: "Mel Gibson said what???"