Respondo
- La objetividad no es, en este espacio, el valor superior al que superdito mis reflexiones.
- Medio pelo es medio pelo. (aunque sé que quisiste preguntar otra cosa)
- Yo no voté.
- ¿Por qué causa tanto problema la corbata?
Pero ese no es el punto. Es obvio que las tribus perredistas encuentran cantera pura en cierto tipo de estudiantes. CGH nos dice más que una casa de estudios, nos dice más que un grupo de universitarios: nos define un perfil sumamente exacto de la tipología de individuos (con cortes de ingreso per capita, marginación, hábitos, desempeño escolar) que han encontrado en el movimiento lópezobradorista un conducto excelente para encarrilar los complejos y males que les aquejan (subrayo la falta de empleo) y de paso extender la violencia –en distintos grados- a aquellos grupos e instituciones de las que se sienten ilógicamente traicionados(el gobierno y los que perciben ingresos por más de 9 mil pesos mensuales) , frente a las cuales muestran palpables resentimientos.
La marcha en sí no me interesa, ni me interesó, a pesar de la evidencia. Lo que reprocho con todas mis fuerzas y que me ayuda a reforzar esta idea de falta de civilidad en torno a EL MOVIMIENTO, son los campamentos recién instalados en Reforma.
Si estar en pro o en contra de la marcha era cuestión de ideologías o de simpatías políticas, el estar a favor o en contra de los campamentos es cuestión de integridad. Este fenómeno es indefendible: los que están acampando (pronto tendremos un perfil de ellos) están haciendo una afrenta directa no sólo al gobierno federal, sino a la ciudadanía en general, al estado de derecho en particular y al pacifismo en específico. ¿Qué hay detrás de los campamentos? Hay un desprecio total por el estado de Derecho, una miserable idea de que se lucha una batalla a favor de la democracia, una falta de respeto enormísima por los ciudadanos ciudadanos, los ciudadanos que trabajamos, que pagamos impuestos, que tratamos de conducirnos en el marco de la legalidad, la institucionalidad y que ejercemos nuestra libertad sin inducir en los “otros”.
Esto es lo que hay detrás del MOVIMIENTO. Y sí, es UN MOVIMIENTO, no me salgan con la máxima recurrente: los violentos son sólo algunos. Violento el que acampa en el Zócalo orinando por doquier, insultando a diestra y siniestra, descalificando un proceso ciudadano, Violento el que secuestra los espacios públicos, Violento el que quema banderas de los contra, Violento el que recurre a la idea de que el México de hoy es el del 88´, Violento el que apoya toda esta miseria. Quiero ver que alguien defienda la grosería a la sociedad mexicana que implica secuestrar por medio de campamentos una de las avenidas más emblemáticas de nuestro país y que daña sistemáticamente la economía de la ciudad, la cotidianeidad de los que pagan impuestos y los traslados de todos aquellos que se dirigen a trabajar. Obvio: para los desempleados les resulta muy cómodo todo este asunto, no hay prisas, sus impuestos no pagaron la repavimentación de Reforma y, sobretodo, no tienen nada mejor que hacer…y claro, la derecha es la culpa de todos sus males y lópezobrador ya había llegado para darles a todos el pan y la sal, y claro, no se pueden esperar otros seis años…porque tienen una visión apocalíptica de la vida política nacional.